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miércoles, octubre 25, 2006

Guillermo Velásquez Forero

Nació en San Vicente de Chucurí, Santander, 1954. Licenciado en Linguística y Literatura y especialista en Literatura y Semiótica. Poeta, cuentista y narrador de minificciones y de literatura infantil. Su obra ha obtenido varios premios nacionales. Autor de: Itinerario del exiliado, Militante sin reino, El gesto de la huella, Luz de fuga, Los evadidos.


CONDENA DEL DURMIENTE

Sobre un hombre desnudo que duerme plácidamente pende una soga con un intrincado amarradijo. Si el durmiente no logra soñar la clave para desatar el nudo, al despertar, será ahorcado.


EL PÁJARO DE LA LLUVIA

Azotado con furia por el látigo del viento, el pájaro de la lluvia se estrelló contra la ventana y se destrozó sus alas de agua, se desbarató todo, y le vimos sus plumas transparentes que escurrían por el vidrio como lágrimas de lástima por la caída y los vuelos perdidos.

Pero luego lo oímos cantar en el arroyo, y cuando alumbró el sol, recogió las gotas de sus plumas, rehizo sus alas, alzó vuelo y volvió a anidar en el cielo.


LA EJECUCIÓN

La tierra estaba dormida. Los del pelotón de fusilamiento fueron apareciendo en el patio, ligeros e intermitentes; el reo, hecho de palidez y de temblor, surgió con dificultad, pues tuvieron que traerlo a la fuerza y obligarlo a asumir su destino. Pero al fin se resignaron a ser visibles y palpables, sirviendo de precario estribo al jinete del tiempo.

Aunque inconsistentes y fugaces, ahí estuvieron y cumplieron: los que hicieron de verdugos, maquinalmente levantaron sus armas y le despacharon la muerte; y el que sirvió de víctima, la abrazó en silencio.

Luego, todos se desvanecieron entre las sombras, porque eran sólo una pesadilla de la tierra. Sin embargo, los agujeros de los tiros quedaron grabados en la memoria del muro.



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© Guillermo Velásquez Forero